Este post pertenece a la serie de artículos que exploran ideas extraídas del libro In the Realm of Hungry Ghosts: Close Encounters with Addiction del Dr. Gabor Maté sobre la adicción.

 

¿Quién hay detrás de la adicción?

Según la investigación:

  • Las personas más vulnerables a la adicción (cualquier tipo) son aquellas con un severo, y mantenido en el tiempo, desajuste psicológico y social. Así como personas que han sido oprimidas y desatendidas en la infancia.
  • La mayoría de las personas que utilizan sustancias de manera crónica y descontrolada provienen de hogares abusivos.

El problema de las drogas está relacionado con la pobreza y la exclusión social.– U.K Drug Policy Commission

Una creencia muy extendida, pero parcialmente errónea, es la de pensar que las personas adictas buscan el placer con su adicción. Sin embargo, más bien, utilizan su adicción como un anestésico ante la angustia y el sufrimiento; como un antídoto ante la sensación de vacío e insuficiencia personal; como una forma de automedicación ante el dolor. Según el autor del libro, las drogas tienen el poder de hacer tolerable el dolor para vivir un día más.

No tengo miedo de morir; tengo más miedo de vivir.- Persona con Trastorno por Uso de Sustancias 

En estudios científicos se ha observado que los mismos centros cerebrales que  interpretan y sienten el dolor físico, se activan ante una experiencia de dolor emocional. No obstante, muchos pacientes suelen referir que el dolor emocional es peor que el dolor físico: quizás por ser algo abstracto, intangible, que no podemos ver o entender; quizás por la incertidumbre de su inicio, de su causa o de su final.

La persona con dolor emocional, de manera inconsciente, lo transforma en conductas autodestructivas más físicas, más visibles, con el fin de ser percibido, entendido y atendido.