Este post pertenece a la serie de artículos que exploran ideas extraídas del libro In the Realm of Hungry Ghosts: Close Encounters with Addiction del Dr. Gabor Maté sobre la adicción.
EL PELIGRO DE LAS EXPECTATIVAS
El camino de la recuperación en la adicción es arduo y tortuoso, con más baches y curvas inesperadas de las que nos gustaría, tanto a la persona inmersa en él como a su red de apoyo y soporte (familia, amigos, profesionales, etc.). Este proceso se puede hacer eterno, erosionando toda esperanza de éxito.
¿Éxito?
¿Qué es el éxito y qué no lo es?
¿Éxito para quién?
Solemos creer que diciéndole a la persona el potencial que tiene, y todo lo que puede llegar a alcanzar si se recupera, estamos haciéndole un bien. En mi opinión, más bien, es un «auto-consuelo» que ayuda más al que lo dice (parece que está «haciendo algo» por otra persona) que al que lo recibe. Para la persona con adicción puede dar lugar a sentimientos de impotencia, frustración y desesperanza, ya que cada recaída se convierte en un fracaso al no cumplir las expectativas puestas en él o ella. Cuánto mayores sean las expectativas y más abstractas, peor.
Según el Dr. Maté, no debemos buscar los éxitos grandes y brillantes, sino apreciar los pequeños cambios que la persona va realizando.
ATENCIÓN INCONDICIONAL
El Autor del libro sugiere que si queremos ayudar de verdad, lo más importante es conseguir que la persona nos permita llegar a ella. Conseguir que baje un poquito la guardia, que nos muestre una pequeña abertura en la fortaleza que ha construido para protegerse.
Esto no se alcanza cuando aspiramos a logros dramáticos (por ejemplo, la recuperación completa), sino más bien, cuando la persona siente nuestro compromiso de aceptarla por quién es en este momento. El psicólogo Carl Roger lo llamó «consideración positiva incondicional».
La consideración positiva incondicional es una actitud cálida y afectuosa. Es una atmósfera que demuestra que la persona me importa, sin condiciones de valor adjuntas. Un ejemplo de lo que NO sería consideración positiva incondicional: «Te ayudo y me preocupo por ti SI te comportas así o así».